Inspirados por la Fe y devoción a la Morenita del Tepeyac el mariachi chinandegano Jonathan Leiva acompañado de sus dos hijos dedicaron a ella su talento convirtiéndose en transmisores de la fe mariana, característica del pueblo religioso en occidente del país.
Cientos de devotos visitaron la noche del viernes el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y llegaron a los pies de la milagrosa imagen para elevar una acción de gracias y pedirle interceda por sus múltiples necesidades.
El niño Jonathan Leiva de 10 años vestido de Charro, interpreto frente al altar el tema, Canto a la Madre de Pedrito Fernández junto a su hermano.
En los alrededores del templo de Guadalupe estaba rodeada de devotos quienes rinden a la Madre de Dios su más grande tributo. Con la Serenata se abren oficialmente los festejos a la Virgen de Guadalupe, que continúan a través de diversos homenajes, entre ellos la Misa Central y procesión por las principales calles de la ciudad.
De acuerdo con la tradición, era la mañana del martes 12 de diciembre de 1531 cuando Nuestra Señora de Guadalupe se le apareció por cuarta vez al indio Juan Diego. El acontecimiento ocurrió cuando el santo salía en busca de ayuda para su tío quien se encontraba enfermo.
En el camino se encuentra con la Morenita’, quien le dice que su tío ya estaba sano y le pide subir al cerro del Tepeyac donde hallaría unas rosas, las cuales por la época y el lugar no era habitual que floreciesen.
Tras recogerlas, por petición de la Virgen, el pequeño indígena las lleva donde el Obispo Zumárraga como prueba de sus encuentros. Y así fue, Juan Diego llega donde el Obispo quien ante sus ojos se revela la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Desde entonces cada 12 de diciembre se celebra en México y América, este acontecimiento, festividad que se instituye oficialmente en 1667 mediante bula del Papa Clemente IX.