La historia humana en nuestros genes: un grupo de investigadores ha creado un mapa interactivo que refleja las huellas que dejaron las civilizaciones antiguas en los genes de los ciudadanos actuales.
Nuestro ADN puede ser una verdadera máquina del tiempo. La mezcla de distintas razas queda inscrita para siempre en el ADN de los hijos; cuanto más tiempo pasa, menos son las partes de ADN que ‘recuerdan’ la mezcla. Estudiando estas huellas, se puede decir qué civilizaciones contribuyeron a que nacieran los ciudadanos actuales. Los científicos estudiaron los genomas de 1.490 personas de 95 lugares del planeta para estudiar qué nacionalidades y cuándo participaron en su formación.
La imagen que obtuvieron refleja la historia básica de la humanidad: el colonialismo europeo, las ventas de esclavos, el imperio mongol y mucho más. «Si pudiéramos pintar el genoma de los mayas modernos, por ejemplo, necesitaríamos tener en la paleta los colores que significan España, el oeste de África y los pueblos nativos americanos», dice Daniel Falush del Instituto Max Planck de Antropología Evolucionaria en Leipzig. La mezcla de estas etnias, según el análisis genético, data aproximadamente del 1670 d.C., lo que coincide con los datos históricos sobre la aparición de los españoles y la gente del oeste de África en el Nuevo Mundo.
Beneficios prácticos
Aparte de permitir comprobar y entender mejor la historia, el estudio podría ayudar a saber cómo el ADN puede afectar la salud y la susceptibilidad a enfermedades en varias poblaciones, señalan los científicos. «Entender bien las similitudes y las diferencias genéticas es clave para la salud pública», sostiene Simon Myers, uno de los líderes del estudio.