«Una guerra se puede justificar, entre comillas, con muchas razones. Pero cuando todo el mundo, como hoy en día, está en guerra. Una guerra mundial, a trozos, aquí y allí, por todos los lados. No existe alguna justificación. Y Dios llora. Jesús llora», dijo en su homilía publicada por Radio Vaticano.
Francisco recordó en su sermón que está llegando la Navidad y todo se llenará de luces, árboles y belenes, pero «todo será falso» porque «el mundo continuará haciendo guerras. El mundo no ha comprendido el camino de la paz».
En uno de los sermones más sentidos y duros que se recuerdan, como apunta Radio Vaticano, Francisco se preguntó: ¿qué queda de la guerra, de esta guerra que estamos viviendo?».
«Ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes. ¡Tantos! y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas», señaló.
Y criticó que se fabriquen armas porque así «la economía se equilibra» para después añadir: «Quienes hacen las guerras son malditos, son delincuentes».
El pontífice argentino lamentó cómo mientras unos fabrican armas, otros «son pobres trabajadores de paz que sólo para ayudar a una persona dan la vida, como hizo un icono de nuestros tiempos, Teresa de Calcuta».
Jorge Bergoglio concluyó su homilía pidiendo la «gracia de poder llorar para este mundo, que no reconoce el camino de la paz y vive para hacer la guerra, con el cinismo de decir que no la hace».
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