Las bombas afligen a Bagdad, dejando 22 muertos

Una nueva oleada de bombas azotó el miércoles a la capital iraquí, mayormente cerca de la fortificada Zona Verde, matando por lo menos a 22 personas, dijeron las autoridades.

Los ataques son los más recientes dentro de la tenaz ofensiva de milicianos suníes para restarle confianza a las gestiones del gobierno, dominado por chiís, para mantener la seguridad en Irak, dos años después de la retirada de fuerzas estadounidenses.

Nadie se atribuyó de inmediato los atentados, pero ese tipo de ataques osados contra oficinas del gobierno, fuerzas de seguridad y la población chií en general, usualmente son cometidos por la filial de al-Qaida en Irak. El grupo terrorista se encuentra fortalecido por el éxito que han tenido los grupos rebeldes suníes en la vecina Siria y por el descontento generalizado de los suníes hacia el gobierno de Bagdad.

El más mortífero de los ataques del miércoles ocurrió al otro lado de la calle de la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde dos automóviles estallaron simultáneamente en dos estacionamientos distintos. Esas explosiones mataron a por lo menos 12 personas, entre ellas a tres policías, e hirieron a 22, dijo un oficial policial.

Poco después, un atacante suicida detonó sus explosivos en un restaurante de falafel cerca de allí, matando a cinco personas y dejando heridas a 12, añadió la fuente. Ese local y otros adyacentes son frecuentados por funcionarios o por personas que esperan a que los guardias de seguridad les permitan entrar en la Zona Verde.

También el miércoles, un automóvil estacionado estalló en la Plaza Jilani en el centro comercial de la capital iraquí, matando a por lo menos cinco personas e hiriendo a 11, dijo otra fuente policial.

Las fuerzas de seguridad acordinaron la zona, mientras los bomberos se esforzaban por extinguir las llamas. Densas columnas de humo emanaban de las tiendas, donde los comerciantes sacaban apresuradamente su mercancía.

La violencia en Irak ha ido en aumento desde el año pasado. Según cifras de la ONU, el 2013 fue el año más mortífero para el país desde el 2007 cuando había comenzado a disminuir el derramamiento de sangre. Según la ONU, la violencia dejó 8.868 muertos el año pasado.

BAGDAD (AP)