Pocos autobuses circulaban el lunes por la capital paraguaya por una huelga de 48 horas convocada por uno de los tres sindicatos de choferes del transporte público del área metropolitana.
Los conductores reclaman al gobierno que interceda para que sean reincorporados 31 trabajadores de una compañía de la periferia norte de Asunción que fueron despedidos.
De esos 31 conductores, 20 se encuentran crucificados a un madero desde julio a la espera de que el Ministerio del Trabajo logre un acuerdo con la compañía para volver a sus puestos.
Juan Villalba, secretario general de la Federación de Trabajadores de Empresas del Transporte, dijo a The Associated Press que la compañía ha dicho que «10 de los choferes despedidos no serán reincorporados porque, según sus abogados, tiene derecho a prescindir de cualquiera pagándoles las indemnizaciones». Los otros 21 podrían ser derivados a otras empresas.
El ministro del Trabajo Guillermo Sosa explicó que «es difícil llegar a un acuerdo porque el propietario de la empresa no desea reincorporar a nadie y el derecho lo ampara».
En tanto, César Ruiz Díaz, secretario del gremio de propietarios de autobuses del área metropolitana, indicó que «algunas unidades están trabajando pero el servicio está resentido. Además por las noches no habrá circulación de autobuses como medida de prevención ante posibles ataques de vándalos».
En la mayoría de las escuelas públicas de Asunción hubo escasa asistencia de alumnos pero el comercio realizaba sus actividades con normalidad al igual que las oficinas estatales.
ASUNCION, Paraguay (AP)