Las lluvias torrenciales caídas en las últimas horas en los campos de refugiados del Sáhara Occidental han afectado a más de 90.000 personas, 25.000 de los cuales han perdido sus hogares y se han quedado sin alimentos, denunció hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
«Todo ha quedado destruido, no sólo las casas, sino los lugares de trabajo, las tiendas, las guarderías, las escuelas, los hospitales, las personas están en medio de la nada en uno de los lugares más inhóspitos del mundo», indicó en rueda de prensa Amin Awad, directo de Medio Oriente y Norte de África del ACNUR.
«El número de personas necesitadas de asistencia podría incluso crecer dado que está previsto que las lluvias torrenciales continúen hasta el domingo», matizó Melissa Fleming, portavoz de la entidad.
RT
