Una mujer británica de 50 años, identificada como Jaqueline Sutton, apareció colgada en los servicios sanitarios del aeropuerto internacional de Estambul Ataturk, Turquía, luego de que al parecer perdiera un vuelo.
Supuestamente, la mujer perdió el avión y preguntó a los empleados de la aerolínea sobre una solución alternativa, a lo que ellos le indicaron que debía comprar un nuevo boleto, ya que la compañía no se hacía responsable por la pérdida del vuelo, según publicó el medio de prensa español Antena 3.
Las autoridades lo manejan como un caso de suicidio, luego que la mujer perdiera la conexión aérea hacia Irak, según informó la agencia turca Dogan.
La británica llegó el pasado sábado al aeropuerto de Estambul a las 9:58 de la noche, hora local, en un vuelo de Turkish Airlines procedente de Londres.
En Estambul, ella tenía que tomar su conexión con destino a Erbil, norte de Irak, poco después de la medianoche, pero por razones que no están del todo claras perdió el vuelo.
Cuando los empleados le explicaron que la aerolínea no se hacía responsable, ella trató de explicar que no disponía de dinero y comenzó a llorar pausadamente en el mostrador de atención al cliente, luego se dirigió a los servicios públicos donde fue encontrada minutos después colgada con los cordones de los zapatos de un gancho en la puerta de uno de los sanitarios, mencionó la agencia Dogan.
Varios colegas periodistas que trabajaban con Sutton han solicitado que se abra una investigación internacional, ya que aseguran que las causas de su muerte no están del todo claras y la califican como sospechosa.
Sutton tenía un amplio curriculum profesional, había trabajado en varios medios de comunicación, en gabinetes de prensa de distintas ONG, y también trabajo para las Naciones Unidas, razón por la cual sus colegas piden que se investigue a profundidad.