El Papa Francisco condenó los sangrientos atentados terroristas que la víspera golpearon la capital de Turquía, los calificó de actos bárbaros y aseguró su cercanía espiritual con los familiares de las víctimas.
El pontífice se refirió en dos momentos a los ataques, que dejaron al menos 95 muertos: primero en un telegrama enviado al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y después durante el rezo del Angelus, ante miles de personas en la Plaza de San Pedro.
Ayer recibimos con gran dolor la noticia de la terrible masacre ocurrida en Ankara, Turquía. Dolor por los numerosos muertos. Dolor por los heridos. Dolor porque los responsables del atentado golpearon personas inermes que se manifestaban por la paz, dijo asomado a la ventana de su estudio personal.
Agregó que mientras reza por Turquía pide a Dios que reciba a las almas de los difuntos además de confortar a quienes sufren y sus familiares. Entonces pidió a todos los presentes unirse en una oración silenciosa todos juntos.
Este mismo día el Vaticano dio a conocer el telegrama enviado a Erdogan y a nombre del obispo de Roma por el número dos de la Santa Sede, el secretario de Estado, Pietro Parolin.
En él se informa que Francisco está profundamente entristecido por la pérdida de vidas y los heridos además de expresar, de corazón su solidaridad con todos los afectados por la tragedia.
Mientras su santidad deplora estos actos bárbaros, pide a usted que transmita su cercanía espiritual a todas las familias afectadas por este tiempo de prueba, a los elementos de seguridad y al personal de emergencia que esta trabajando por asistirlos, siguió.
Encomendando las almas de todos los muertos a la misericordia amorosa del todopoderoso, el Papa Francisco invoca la fortaleza divina y paz para sus apenados familiares, añadió.
Las explosiones, dos en total, se verificaron la mañana de este sábado en medio de una manifestación por la paz y el diálogo que desfilaba por el centro de Ankara; ellas dejaron unos 256 heridos, de los cuales 48 de gravedad.
También durante el Angelus, Jorge Mario Bergoglio recordó que el próximo martes 13 de octubre se celebra la Jornada Internacional para la reducción de los desastres naturales.
Reconoció que, por desgracia, los efectos de las calamidades son a menudo agravados por las faltas de cuidado del ambiente de parte del hombre.
Por eso se unió a todos aquellos que, con una mirada de largo plazo, se empeñan en el cuidado del medio ambiente, para promover una cultura de reducción de los desastres y de mayor resistencia a ellos, con particular atención a las poblaciones más vulnerables.
La Jornada