El joven Gary Basualdo Mejía Martínez (24) fue ultimado a puñaladas a manos de su enardecido suegro que lo halló en su propia casa de la colonia Jerónimo Sandoval Sorto, de San Pedro Sula, Honduras, supuestamente en plena relación sexual con una de sus hijas.
Mejía Martínez fue sorprendido en la casa por su suegro, a eso de la 1:00 de la mañana, hasta donde había llegado a solicitud de su novia que le pidió que entrara a escondidas, pese a que ya tenían dos años de mantener una relación íntima.
El joven murió al instante, al recibir 2 heridas de puñal en el cuello y 3 en el abdomen, por parte del dueño del inmueble que se molestó tanto al descubrirlo con su hija.
Al ver sin vida al muchacho, la joven supuestamente le pidió a su progenitor que también la matara a ella, porque no podía vivir sin su novio.
Parientes del ahora occiso recordaron que este había recibido amenazas a muerte por su suegro, pero nunca imaginaron que las cumpliría, pues en reiteradas ocasiones le pidió que dejara la relación con la muchacha.
Sin embargo, el amor por ella pudo más, al grado que tuvo valor de llegar a la vivienda, solo a que le quitaran la existencia.
La Tribuna