MADRID, 22 enero 2014 (AFP) – Las autoridades españolas evitaron este miércoles un nuevo intento de asalto masivo a la valla fronteriza entre Marruecos y el enclave de Melilla, a cargo de unos 800 inmigrantes clandestinos llegados del África subsahariana, anunció la Guardia Civil.
Desde la tarde del martes, el dispositivo de vigilancia español había «avistado grandes e importantes movimientos de inmigrantes subsaharianos asentados en las faldas del Monte Gurugú, en Marruecos, apreciando como, de forma organizada y desde distintos asentamientos, bajaban ladera abajo hacia el vallado fronterizo», afirmó la Guardia Civil en un comunicado.
Diferentes grupos «iban confluyendo conforme se acercaban al vallado anti-intrusión, formando un gran conjunto compuesto por unas 800 personas», guiadas por los conocidos como «ancianos», que conocen el terreno y sus obstáculos, según la misma fuente.Durante toda la noche, los inmigrantes se dispersaron y reagruparon, intentando «acercarse al vallado por diversas zonas», antes de renunciar ante el amplio dispositivo dispuesto de lado español, según el comunicado.
Estos intentos de cruzar la frontera se repiten regularmente en Melilla, enclave norteafricano español, que forma, junto con el otro enclave de Ceuta, la única frontera terrestre entre África y Europa.Para intentar frustrar estos asaltos de inmigrantes llegados del África subsahariana, vía Marruecos, España levantó en torno a la ciudad una triple valla, de once kilómetros de largo y siete metros de altura, equipada con cámaras de vigilancia y distintos sensores.
Hace unos meses, Madrid decidió reinstalar, «para reforzar la seguridad», un alambre de cuchillas en la parte superior de la valla -un dispositivo que había sido suprimido en 2006-, causando las protestas de organizaciones de defensa de los derechos humanos y del opositor Partido Socialista. El 5 de noviembre, un inmigrante murió durante el asalto de unos 200 inmigrantes clandestinos, tras caer de lo alto del vallado.
