Expertos de Estados Unidos concluyeron que la explosión de un polvorín de la fuerza armada salvadoreña fue un accidente causado por las chispas de los trabajos de soldadura que se realizaban cerca de una de las bodegas con explosivos.
La Fiscalía General de la República informó el viernes que según el Equipo de Repuesta Internacional de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), fueron «accidentales» las explosiones ocurridas el 28 de septiembre en dos de las bodegas del Regimiento de Infantería, ubicado a unos 29 kilómetros al oeste de la capital.
Las explosiones dejaron como saldo 13 heridos, entre civiles y militares, y provocaron daños en al menos 112 viviendas próximas a las instalaciones militares.
Según las investigaciones de los expertos estadounidenses apoyados por personal de la fuerza armada, la Policía Nacional Civil y la Fiscalía, las tres explosiones fueron tan impactantes debido a que en una de las bodegas había más de 14.000 libras de explosivos y en la segunda había 22.000 libras de explosivos y más de 850 detonadores.
Además en las dos bodegas había almacenadas 3.400 libras de productos pirotécnicos y explosivos industriales.
En su trabajo de investigación los expertos estadounidenses hicieron una reconstrucción de la escena, entrevistas y revisión de los desechos para obtener evidencias que las ayudaron a esclarecer las causas de la explosión.
Este equipo de la ATF participó en enero en la investigación de un incendio que destruyó varios negocios de un centro comercial en El Salvador a principios de 2015 y en otro incendio en el Centro Penitenciario de Comayagua, Honduras, en el que murieron más de 350 reclusos en 2012. También investigaron la explosión de un depósito de municiones en Albania, en abril de 2008, el cual dejó un saldo de 26 muertos, 400 heridos y destruyó o dañó más de 400 casas y negocios.
SAN SALVADOR, El Salvador (AP)