Finlandia: «El bitcóin más se parece a una mercancía que a una divisa»

La popularidad del bitcóin obliga a los Gobiernos a tratar de poner marcos legales al uso de esta divisa virtual. Sin embargo, la reciente decisión del Banco Central de Finlandia no parece significar un avance: «El bitcóin no es una moneda».

El bitcóin no cumple con la definición de moneda o incluso una forma de pago electrónico en Finlandia, donde el Banco Central ha decidido calificar la moneda digital como «una mercancía», informa la agencia bloomberg.

Teniendo en cuenta la definición de moneda oficial, conforme con lo establecido en la legislación del país, el bitcóin no corresponde a esta categoría, según el jefe de supervisión del Banco de Finlandia en Helsinki, Paeivi Heikkinen. «Tampoco es un instrumento de pago, ya que la ley estipula que un instrumento de pago debe tener un emisor responsable de su funcionamiento», afirmó el directivo en una entrevista telefónica. «En esta etapa es más comparable a una mercancía», concluyó.

En Finlandia, Estado miembro de la zona del euro con la más alta calificación (AAA) que se alinea con Alemania en la mayoría de las cuestiones de política económica, la respuesta pública al fenómeno del bitcóin ha sido desigual. A pesar de la decisión del Banco Central, los finlandeses todavía pueden hacer pagos utilizando bitcoines. Además, uno de cada diez finlandeses está interesado en invertir en esta criptodivisa, según una encuesta encargada por el corredor de bolsa Nordnet AB.

También, el primer cajero automático en Europa para la compra de bitcoines fue instalado en una tienda de discos en la estación de trenes de Helsinki el mes pasado. Para comprar bitcoines el cliente inserta los billetes de euro en el cajero y la moneda virtual se transfiere digitalmente a su billetera en línea.

Finlandia es el último país que ha tratado de encontrar el camino hacia la legalización de la divisa digital, que no está controlada por ningún banco central o Gobierno. Debido a las advertencias de los reguladores europeos acerca de los riesgos asociados al uso de este tipo de ‘software’ como un sustituto de dinero real, las autoridades están luchando para diseñar marcos legales para proteger a los consumidores y las empresas de las potenciales pérdidas.

El Gobierno de Noruega se manifestó en la misma línea que Helsinki, mientras que en Dinamarca los supervisores financieros están reuniendo recomendaciones para los legisladores sobre cómo tratar a esta criptodivisa y a sus competidoras.