El pueblo católico y mariano de El Viejo, Chinandega salió a las calles a pegar el grito ¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!.
La tradición mariana nace cuando el obispo chinandegano monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes, instó al pueblo católico colocar altares y gritaran La Purísima, como una penitencia para detener la furia del Volcán Cerro Negro en el año 1945.
Desde entonces la tradición religiosa se expandió por todo el país, cruzó fronteras y es festejada con mucha algarabía.
Las instituciones del Estado de Chinandega, colocaron sus altares en el parque central de la ciudad viejana, donde celebran esta fiesta desde este mediodía con el toque de campanas, quema de pólvora y repartición de la tradicional gorra.
Belkiss Medina
