El Departamento de Justicia de EE.UU. prohibirá a los agentes federales tener en consideración la religión, el origen nacional y la orientación sexual en sus investigaciones, poniendo fin a prácticas discriminatorias contra musulmanes y latinos.
Desde el 11 de septiembre de 2001 los musulmanes se convirtieron en uno de los blancos principales de los agentes de las fuerzas de seguridad en las investigaciones sobre terrorismo. El Gobierno inició el programa de registro especial, que obligó a los árabes y musulmanes a registrarse solo por su nacionalidad.
Desde entonces, miles de musulmanes han sido parados por la Policía y registrados sin comprobación alguna de vínculos con organizaciones terroristas. Lo mismo pasó eventualmente con los ciudadanos de procedencia latina, que a menudo llaman la atención de la Policía con la sospecha de que violan las normas de migración.
Bajo la presión de parte de los defensores de derechos humanos, el Departamento de Justicia decidió ampliar significativamente la definición de perfil racial, como una medida contra la discriminación y los prejuicios raciales, según informa el periódico ‘The New York Times’.
El perfil racial ya había sido restringido en el año 2003 por la Administración del expresidente George Bush, pero entonces tan solo fue prohibido considerar en las investigaciones la raza. Al mismo tiempo, la restricción no mencionaba los casos de seguridad nacional.
Según la información del ‘New York Times’, la iniciativa generada por el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, es inminente, pero por el momento no ha sido anunciada oficialmente.