Un auténtico milagro. Enzo, un niño francés de nueve años, sobrevivió a las temperaturas extremas que se registraron en la excursión que realizaba con sus padres en el parque nacional White Sands, en Nuevo México (EE.UU.). Sus padres, un matrimonio de turistas franceses, no corrió la misma suerte que el menor: murieron deshidratados a causa de un golpe de calor.
El niño, que salvó su vida gracias al agua que le dieron sus progenitores, fue encontrado con graves signos de deshidratación por las autoridades junto con los cuerpos de sus padres, David y Ornella Steiner, informa el portal de ‘El Periódico’. Pese a las advertencias de la peligrosidad de practicar el senderismo en estas zonas y las instrucciones puestas a la entrada del parque desértico hay casos fatales, recuerdan las autoridades.