Diez personas murieron de legionelosis en Nueva York desde el 10 de julio y más de 100 han contraído la enfermedad, pero las autoridades consideraron este viernes que lo peor del brote ya pasó.
«Somos optimistas, creemos que hemos visto ya lo peor de esta epidemia y que nuestros esfuerzos de saneamiento tuvieron resultados», declaró la funcionaria del Departamento de Salud de Nueva York Mary Bassett en un comunicado, en el que da un nuevo saldo de 10 muertos, 101 personas atendidas y 94 hospitalizadas, de las que 65 ya fueron dadas de alta.
Bassett reiteró que se trataba de «la peor epidemia» jamás registrada en Nueva York. Pero dijo ser optimista por la disminución del número de nuevos casos y consultas de urgencias por neumonía en el sur del Bronx, el barrio de Nueva York donde se destapó la epidemia.
Todos los fallecidos eran personas mayores con problemas previos de salud.
La también conocida como enfermedad del legionario es una forma de neumonía causada por una bacteria que crece en los circuitos urbanos de distribución de agua caliente, los sistemas de aire acondicionado y las lagunas industriales.
Desde el comienzo de la epidemia en Nueva York, esta bacteria ha sido encontrada en los ductos de aire acondicionado de cinco edificios en el sur del Bronx, que ya fueron desinfectados.
La infección se produce al inhalar pequeñas gotitas de agua contaminada.
«Quiero recordar que no es contagiosa, no se puede transmitir de una persona a otra», insistió el alcalde Bill de Blasio a principios de esta semana. «No hay riesgo para nuestro suministro de agua», agregó.
La enfermedad del legionario, cuya incubación toma entre 2 y 10 días con síntomas de fiebre y tos, debe su nombre a la primera epidemia conocida, surgida en 1976 en un hotel de Filadelfia, donde hubo una conferencia de la Legión estadounidense. Más de 220 participantes se enfermaron y 34 murieron.
Nueva York, Estados Unidos | AFP