La ‘habitabilidad estelar’ podría ser 14 veces mayor de lo que se creía

Un estudio revela que la vida puede existir en planetas similares a la Tierra incluso si están a una distancia de su estrella 14 veces superior a la que se consideraba factible para el surgimiento de la misma.

De este modo, se cuestiona la teoría sobre las ‘áreas habitables’. La zona de habitabilidad estelar, conocida como zona de ‘Goldilocks’, es aquella región alrededor de una estrella en la que, de encontrarse ubicado un planeta o un satélite, la luminosidad y el flujo de radiación incidente permitiría la presencia de agua en estado líquido sobre su superficie. Como es sabido, el agua líquida es un requisito fundamental para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista ‘Planetary and Space Science’ describe cómo los organismos vivos tienen las mismas oportunidades de sobrevivir bajo las superficies de los considerados como ‘planetas inhabitables’. Esto incluye tanto a aquellos planetas que se encuentran a distancias asombrosamente lejanas de sus estrellas, como a los que fueron descubiertos recientemente a la deriva en el espacio, sin estrella anfitriona aparente.

Según Sean McMahon, autor principal del estudio, la teoría de ‘Goldilocks’ no tiene en cuenta la vida que puede existir bajo la superficie de un planeta, y sin embargo, a mayor profundidad, mayores posibilidades de que la temperatura aumente hasta alcanzar las condiciones térmicas necesarias para albergar agua en estado líquido, y por ende, para que exista vida también.

Para probar esto, los científicos desarrollaron un modelo informático capaz de reproducir las temperaturas aproximadas bajo las superficies de los planetas, introduciendo en el programa la distancia de éstos a sus respectivas estrellas y cruzándolas con los datos del tamaño del planeta.

La investigación reveló que el radio de la zona capaz de albergar vida alrededor de una estrella aumentaba en 14 veces si se tenían en cuenta los nuevos datos sobre la profundidad a la que puede existir vida bajo la superficie de un determinado planeta.