La ciudad de Santa Cruz en el oriente boliviano amaneció el jueves convertida en un gran campamento donde cientos de católicos han pernoctado para escuchar la misa que celebrará el papa Francisco en su segundo día de visita a Bolivia.
Desde la madrugada, los fieles se trasladaban a la plaza del Cristo Redentor en el centro de la ciudad para escuchar y ver al pontífice. Se espera una multitud a lo lardo de varias avenidas.
El gobierno declaró feriado para permitir que los fieles concurran a la celebración en un altar que ha sido tallado en madera roble por indígenas del pueblo chiquitano, una etnia del oriente.
Se espera que el pontífice pronuncie oraciones en lenguas nativas como el aymara, quechua y guaraní.
El pontífice terminó su visita a Ecuador el miércoles a mediodía y después pasó unas cuatro horas en la capital de Bolivia, La Paz. Las autoridades vaticanas desaconsejaron aumentar su estancia debido a la gran altitud de la ciudad, de unos 4.000 metros sobre el nivel del mar.
SANTA CRUZ, Bolivia (AP)