Las autoridades de Bolivia instan a la ONG danesa IBIS a que concluya sus operaciones en el país después de que fuera formalmente expulsada mediante un aviso escrito.
El Gobierno de Evo Morales anunció que la entidad tiene de plazo hasta el próximo 26 de marzo para cerrar o transferir todos sus programas en la nación andina, informa el periódico boliviano ‘Los tiempos’.
La directora de la ONG en el país, Ximena Valdivia, por su parte, ha lamentado la medida y afirmó que más de 76.000 personas resultarán afectadas por ella.
La decisión de expulsar a la organización del país se basa en las acusaciones por parte del Gobierno de injerencia política, financiación de acciones para dividir a las organizaciones indígenas y haber plasmado en documentos críticas a la relación de las autoridades con los pueblos nativos.
Sin embargo, según Valdivia, dichas denuncias no se corresponden con la política de IBIS y su historial de 30 años de trabajo en el país. La directora también señaló que «la institución tiene el mínimo derecho de conocer con precisión cuáles son los fundamentos de la decisión de la expulsión de IBIS de Bolivia con objeto de tener la oportunidad de dar una explicación o corregir los errores cometidos».
Según aseguran los representantes de IBIS, la organización desarrolla en el país latinoamericano proyectos «de promoción de la educación para los pueblos indígenas, el fortalecimiento de la gobernabilidad, la democracia intercultural del país, programas sobre el cambio climático y la salud» y todos sus programas han sido reportados a la Cancillería boliviana.
No obstante, Morales sigue firme en su decisión de expulsar a IBIS de Bolivia y también advierte que otros grupos pueden correr la misma suerte si se involucran en actividades similares. Precisamente por estos mismos motivos se expulsó en mayo pasado a la agencia de cooperación internacional de Estados Unidos, la USAID.