Las compañías turísticas británicas están evacuando a miles de turistas extranjeros de Túnez, un día después de que un hombre armado mató a 39 personas que disfrutaban de un día en la playa, en un ataque reivindicado por Estado Islámico.
El primer ministro tunecino, Habib Essid, aseguró que la mayoría de los fallecidos son británicos. Su homólogo del Reino Unido, David Cameron, reconoció, por su parte, que es probable que el número de víctimas británicas sea superior a las cinco confirmadas inicialmente.
Entre los muertos por el ataque del viernes contra el hotel Imperial Marhaba en Sousse, unos 140 kilómetros al sur de la capital de Túnez, también hay turistas alemanes y belgas.
Los touroperadores Thomson y First Choice, propiedad del grupo alemán de viajes TUI, dijeron que tenían unos 6.400 clientes por todo Túnez en el momento del ataque, incluidos algunos de los que perecieron o resultaron heridos.
Enviaron diez aviones para evacuar a los turistas e indicaron que mil ya fueron repatriados. También afirmaron que cancelarán todos sus paquetes vacacionales a Túnez al menos hasta la próxima semana.
Un hombre armado disfrazado de turista abrió fuego contra los turistas mientras disfrutaban de la playa del hotel, disparando un rifle que escondió en una sombrilla.
El ataque tuvo lugar durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, el mismo día en que fue hallado en Francia un cuerpo decapitado con inscripciones en árabe, murieron dos decenas de personas en un atentado suicida en una mezquita en Kuwait y se informó de la muerte de al menos 145 civiles a manos de militantes de Estado Islámico en el norte de Siria.
El primer ministro tunecino Essid anunció que su país cerrará en una semana 80 mezquitas que están fuera del control estatal por incitar a la violencia.