Once policías han sido condenados este martes por un tribunal afgano a un año de prisión por negligencia en el caso del linchamiento de una mujer acusada falsamente de haber quemado un Corán el pasado marzo en Kabul, mientras que otros ocho han sido absueltos.
En una sesión abierta que fue retransmitida por televisiones locales, el juez Safiullah Mujadidi sentenció a los 11 agentes a prisión por no proteger a la víctima y absolvió a los otros ocho acusados por falta de pruebas. Los condenados podrán apelar la decisión del juez en una corte superior.
Farjunda, de 27 años, fue linchada y su cadáver quemado y arrojado al río Kabul por una multitud el 19 de marzo tras ser acusada de prender fuego a una copia del Corán cerca del santuario de Shah-Do-Shamshira, en el centro de la capital afgana. Según las investigaciones posteriores, la joven había sido víctima de la falsa acusación de un vendedor de talismanes del santuario, con quien tuvo una discusión, que incitó a la gente a matar a la mujer.
El linchamiento de Farjunda provocó numerosas protestas, sobre todo de grupos de mujeres, que fueron las encargadas de portar en el entierro el ataúd de la joven, algo poco común en un país islámico como Afganistán.
Ante la presión social, el presidente afgano, Ashraf Ghani, constituyó una comisión de investigación integrada por líderes religiosos, parlamentarias y activistas por los derechos de la mujer para averiguar los detalles de un suceso que ha sido condenado, entre otros, por las Naciones Unidas y organizaciones civiles.
Después de que la comisión concluyese que los fabricantes de talismanes animaron a la turba, el Ejecutivo prohibió las actividades de esos grupos en todo el país.