Un grupo de arqueólogos ha hallado una casa de 10.000 años de antigüedad y un tempo de culto de unos 6.000 años al este de Jerusalén, en Israel.
Según el diario ‘The Times of Israel’, la construcción es la casa más antigua que se ha encontrado jamás en la zona y pertenece a un período conocido como neolítico precerámico.
Además, «evidencia la transición del hombre a viviendas permanentes», aseguraron investigadores en un comunicado. Y es que el artículo afirma que el edificio más antiguo corresponde a la época en la que comenzó la domesticación de plantas y animales.
El descubrimiento permitirá a los expertos estudiar cómo la sociedad en esa región del mundo pasó a ser paulatinamente más jerárquica, afirmó el arqueólogo Amir Golani, que trabajó durante las excavaciones llevadas a cabo cerca de la ciudad de Bet Shemesh.
«La persona que construyó la casa hizo algo totalmente innovador porque hasta este período [los grupos humanos] migraban de un lugar a otro en busca de alimento. Aquí tenemos una prueba de la transición del hombre a viviendas permanentes […]: en lugar de buscar ovejas salvajes, el hombre antiguo comenzó a criarlas cerca de casa», declararon los investigadores.
La casa no fue el único hallazgo realizado en el lugar. Los arqueólogos también encontraron en esa zona edificios de finales de la Edad del Cobre, es decir, de hace unos 6.000 años. Descubrieron además una columna de piedra hexagonal de 1,3 metros de alto que posiblemente perteneció a un templo de culto.
Cerca de la antigua casa, las excavadoras hallaron una colección de nueve hachas de sílex y caliza. «Al igual que hoy en día no podemos vivir sin un teléfono celular y una computadora, ellos también dieron gran importancia a sus herramientas», recoge el rotativo.