Un hombre y una mujer fueron lapidados hasta la muerte en una céntrica plaza de Mosul, la tercera mayor ciudad de Irak, desde el pasado junio controlada por el Estado Islámico. El único cargo que se presentó en su contra fue el de fornicación.
Mientras que los propios integrantes del movimiento islamista fomentan la ‘yihad sexual’ y protagonizan todo tipo de abusos de genero, los civiles son imputados y ejecutados por ‘delitos’ como mantener relaciones sexuales extramatrimoniales, incluso cuando estas no implican el adulterio. Ninguna de las dos víctimas de esta violenta escena estaba casada, y su único ‘crimen’ fue mantener una relación sexual sin haber contraído matrimonio.
La pareja fue llevada al lugar de la ejecución con los ojos vendados y las manos atadas. Según muestran las imágenes disponibles, publicadas por el diario ‘Daily Mail’, la mayor parte de quienes participaron en el abminable acto de apedreamiento son hombres uniformados, presuntos combatientes del Estado Islamico, aunque parece ser que también había jóvenes civiles entre los que lanzaron las piedras.