Como fundador del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, China propone un sistema financiero alternativo y crea de esta manera un nuevo mundo que no tiene un único centro de poder financiero, escribe el columnista de ‘Time’ Ian Bremmer.
En su último artículo, el columnista de Time Ian Bremmer afirma que EE.UU. tiene cada vez menos instrumentos eficaces para influir en política exterior.
El columnista subraya que Obama entiende que tras la campañas fallidas de Washington en Oriente Próximo la población estadounidense ya no apoya las operaciones militares de su gobierno. Por lo tanto, para resolver los problemas externos el presidente estadounidense se apoya en las sanciones, el espionaje o el uso de drones.
El experto apunta que estos métodos no llevarán a ninguna parte: las sanciones contra Rusia o Irán no ayudarán a que abandonen sus posiciones, el espionaje a otros líderes occidentales aumentará el antiamericanismo, los drones no podrán ayudar a vencer al Estado Islámico.
Durante décadas, EE.UU. utilizó su posición dominante en el Banco Mundial, el FMI y el Banco Asiático de Desarrollo por no haber ninguna alternativa viable. Todo cambió cuando China comenzó a crear el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII). Países como Francia, Reino Unido, Alemania, Arabia Saudí y Australia se plantean ser miembros fundadores de la institución financiera. Los países que estudian unirse al BAII tratan de garantizarse su futuro y adaptarse a un nuevo mundo que no tendrá un centro único de poder económico, subraya el periodista.