En el estado de Florida, EE.UU., tres agentes de policía han sido despedidos y un cuarto abandonó el servicio voluntariamente después de que se descubriera una serie de mensajes racistas en su correspondencia personal.
En el marco de una investigación, la Policía de la localidad de Fort Lauderdale encontró mensajes de texto en los que los exoficiales usaron apelativos injuriosos hacia las personas afroamericanas con las que tuvieron algún tipo de contacto durante el cumplimiento de sus funciones.