Un turista mexicano sobreviviente del atentado terrorista en Túnez, que se cobró la vida de 23 personas, ha contado a los medios los detalles del horror que vivió con su familia en el museo del Bardo.
«Me dispararon a quemarropa, a unos 10 o 15 metros», cuenta Jorge Mansur en una entrevista telefónica para la emisora mexicana imagen. El turista salía del museo cuando empezó el ataque mientras su familia se encontraba en otra zona del edificio.
«Me protegí en un muro, creo que era de mármol, pegaron allí todas las balas, corrí por una escalera hacia abajo, donde volvieron a dispárame, luego ellos (los atacantes) subieron a la parte central del museo y yo corrí en medio de un mar de cuerpos que me encontré en el camino», relata el turista.
Durante más de cuatro horas Mansur trataba de reunirse con sus familiares, manteniendo comunicación con su esposa vía el teléfono móvil hasta que fueron llevados por los militares tunecinos al edificio cercano del Parlamento.
Después de asegurarse de que su familia se encontraba a salvo, Mansur, que todavía estaba en la zona del museo, empezó a ayudar a los heridos. «Vi cómo pasaron frente a mí cuerpos y gente herida en camillas, desde mi lado, en la parte militar y policial, en el estacionamiento; mientras tanto se escuchaban balazos», recuerda.
El hombre, procedente de una de las zonas más violentas de México, el estado deTamaulipas (frontera con EE.UU.), ha comentado que él y sus seres queridos se enfrentaron antes a la violencia armada de los carteles narcotraficantes en su ciudad natal, pero que eso no se compara con lo que han vivido en Túnez.