35 personas murieron y siete resultaron gravemente heridas por la explosión de un oleoducto en la ciudad costera de Qingdao, en el este de China.
La detonación, fue muy potente y la onda que le siguió volcó varios carros y dañó algunas carreteras.
El siniestro se produjo cuando unos trabajadores reparaban una fuga en el oleoducto que se había iniciado de madrugada. El incendio causado por el accidente continúa y más de un centenar de bomberos trabaja para apagarlo.