Corea del Sur ha decidido comprar 40 cazas furtivos F-35A de Lockheed Martin sin necesidad de abrir licitaciones para su nuevo programa de aviones de combate, informaron funcionarios de Defensa.
Según ‘The Korea Observer’, la decisión fue tomada en una reunión de altos mandos militares para confirmar la capacidad operativa requerida, el número de aviones y el calendario de entregas del programa de adquisición.
La decisión se produce tres meses después de que el Gobierno de Corea del Sur rechazara el F- 15 Silent Eagle de Boeing en un intento por conseguir una flota más avanzada de cazas.
EE.UU., Australia, Japón e Israel se encuentran entre los países que han realizado pedidos para el problemático F- 35, el sistema de armas más costoso del Pentágono.
En octubre inspectores airearon un total de 363 defectos detectados en el programa de desarrollo del caza multifuncional estadounidense de quinta generación.
Según el informe del inspector general del Pentágono, «las deficiencias encontradas pueden afectar a las prestaciones de vuelo de esta máquina de combate y a su fiabilidad, así como causar un aumento sustancial del costo del programa».
Sin embargo, los expertos indican que la venta de F-35 es un negocio lucrativo para EE.UU.
«Tener más F-35 adquiridos por los aliados y socios extranjeros resulta de gran ayuda para nosotros a la hora de mantener los costos bajos para nuestra propia adquisición de los cazas que, eventualmente, serán la columna vertebral de nuestra flota», comenta Bruce Lemkin, un ex alto oficial de la Fuerza Aérea de EE.UU. que ahora es jefe de la consultoría Lemkin International LLC, citado por Bloomberg.