Un grupo de científicos ha llegado a la conclusión de que el desempleo afecta a las personas a todos los niveles, incluido su material genético, que sufre un mayor envejecimiento celular en comparación con los que tienen empleo.
Según un estudio publicado en Plosone, varias enfermedades están relacionadas con la interrupción de la regeneración de las células. De momento se desconoce si es permanente o si remite al volver a trabajar.
Investigadores de la universidad de Oulu examinaron a 5.620 personas nacidas en 1966. Cuando tenían 31 años, les tomaron muestras de ADN. La cantidad de días que permanecieron desempleados se comparó con sus datos de salud biológica, conductuales y socioeconómicos y con las condiciones médicas existentes.
Los científicos estudiaron los cromosomas de los leucocitos de su sangre y, en particular, la longitud de sus telómeros, y llegaron a la conclusión de que desempleo a largo plazo en la edad adulta reduce la extensión de los telómeros.
La longitud de los telómeros de leucocitos (LTL) se concibe como un biomarcador del envejecimiento biológico.
«Los telómeros se acortan cada vez que una célula se divide, por lo que la longitud media de los telómeros de las células de la sangre se reduce a medida que envejecemos», explica la doctora del Imperial College London y coautora del estudio, Jessica Buxton.
«Sin embargo, los telómeros se acortan en algunas personas a un ritmo más rápido que en otras debido a factores genéticos y a otros como el tabaquismo, el aumento del índice de masa corporal o la disminución de los niveles de actividad física. Estudios anteriores también han demostrado que existe una correlación entre el acortamiento de los telómeros y otras experiencias estresantes de la vida, como los cuidados a largo plazo de un familiar enfermo o una infancia difícil», sostiene.