El Gobierno de Guatemala anunció ayer que "expulsará" a los extranjeros que interfieran en asuntos internos, tras denunciar que activistas internacionales estarían detrás de los violentos disturbios registrados el fin de semana en el noreste del país, que dejaron un soldado fallecido.
El ministro guatemalteco del Interior, Mauricio López Bonilla, dijo en conferencia de prensa que los informes de las agencias de inteligencia del Gobierno han determinado que en "muchos escenarios" donde se han producido protestas sociales "han aparecido extranjeros".
López Bonilla no identificó con nombres, nacionalidades ni organizaciones a los extranjeros a los que lanzó la advertencia, ni precisó los supuestos actos de "interferencia" en "asuntos internos" que estos habrían cometido.
"Lo que lanzo es una advertencia para todos los extranjeros que estén con visa de turista en Guatemala. No importa bajo qué bandera vengan, si son ecologistas, (o) defensores de derechos humanos, lo que ellos se quieran poner como traje (…) No vamos a permitir su incidencia en los asuntos internos de Guatemala", subrayó el funcionario.
El ministro insistió en que los informes de inteligencia señalan que "extranjeros" participan en protestas sociales e "incitan" a la población para que cometan delitos en contra de la propiedad privada y las autoridades.
Todas las personas que se encuentren dentro del territorio guatemalteco, así sean extranjeros, agregó, deben someterse "al ordenamiento jurídico" del país y respetar a las autoridades.
López Bonilla hizo la advertencia tras asegurar que las fuerzas de seguridad han "tomado el control" de las poblaciones del departamento de Huehuetenango, ubicado en el norte del país, fronterizo con México, donde el fin de semana se registraron violentos disturbios, según el funcionario, protagonizados por "un grupo minoritario" de pobladores.