El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que está dispuesto a renunciar si la petrolera estadounidense Chevron prueba que el Gobierno interfirió en el millonario juicio que perdió en el país por daños ambientales en la Amazonía.
«Que Chevron demuestre que el Gobierno ha interferido en el juicio y yo renuncio a mi cargo», declaró el mandatario en una conferencia de prensa en la ciudad suroccidental de Guayaquil.
Correa insistió en que su Gobierno «jamás se ha involucrado» en el pleito legal que sostienen desde hace 20 años los indígenas y campesinos con Chevron por la contaminación atribuida a su filial Texaco en la Amazonía ecuatoriana.
«Que Chevron demuestre que el Gobierno ha interferido en el juicio y yo renuncio a mi cargo»
La petrolera, que ha tachado el juicio de fraudulento y alienta acciones legales en contra de la sentencia en Nueva York y La Haya, fue condenada el pasado martes a pagar 9.500 millones de dólares por la suprema Corte Nacional de Justicia ecuatoriana.
La suma estipulada por el tribunal es la mitad del monto exigido en un principio por un juez en una instancia inferior, que ascendía a los 19.000 millones de dólares. «Finalizó el caso jurídico, las cortes se han pronunciado. Nosotros jamás nos hemos involucrado en ese caso», afirmó el mandatario.
El mandatario justificó la arremetida que lanzó el 17 de septiembre contra Chevron como respuesta al juicio de arbitraje que entabló la compañía en un tribunal internacional de La Haya, con el fin de que el Estado asuma la millonaria indemnización. «Demandándonos ante el Tribunal de La Haya Chevron quiere que nosotros paguemos lo que ellos dañaron, lo que perdieron en el juicio, por eso reacciona el Gobierno ecuatoriano», indicó.