Obama puede privar a los países del tercer mundo de medicamentos baratos

La Ley de Salud Asequible estadounidense, conocida como ‘Obamacare’, ha logrado ampliar la cobertura del seguro médico en EE.UU. Pero esta reforma también haría que los medicamentos genéricos sean inasequibles para los habitantes de los países del tercer mundo, advierte el nobel de economía Joseph Stiglitz.

No está claro que el Obamacare pueda limitar los costos excesivamente altos de la atención médica, comenta Stiglitz en un artículo publicado en el portal ‘Project Syndicate’, donde señala que eso dependerá de las políticas del presidente de EE.UU., Barack Obama, en una esfera que puede parecer ajena a este tema: las discusiones en curso con la India sobre propiedad intelectual.

«Aquí, parece que Obama está decidido a socavar su propia reforma debido a la presión del poderoso ‘lobby’ farmacéutico (…) está buscando un acuerdo con Nueva Deli que debilitaría la competencia que representan los genéricos y de este modo haría que estos medicamentos que pueden salvar vidas fueran inasequibles en países en desarrollo», subraya el nobel de economía.

Las compañías farmacéuticas han estado trabajando desde hace mucho para bloquear la competencia de los genéricos, y las recientes negociaciones con la India, principal productor de este tipo de medicamentos, parece estar dando frutos.

La política actual de Nueva Deli permite que los medicamentos se vendan a una fracción del precio monopólico fijado por los titulares de las patentes. Por ejemplo, un tratamiento con el medicamento Sovaldi que se utiliza contra la hepatitis-C se vende en EE.UU. por 84.000 dólares, mientras que la versión genérica puede costar menos de 1.000 dólares por tratamiento.

«Si Obama logra obligar a la India a fortalecer sus reglamentación de patentes, el cambio no solo dañaría a esa nación asiática y otras en desarrollo, sino también consagraría un sistema de patentes manifiestamente corrupto e ineficiente en EE.UU., donde las compañías aumentan sus ganancias eliminando a la competencia dentro y fuera del país», advierte Stiglitz.