Un árbol plantado en Los Angeles para conmemorar al difunto George Harrison, guitarrista de The Beatles, pasó también a mejor vida debido a una plaga de «Beetles» (escarabajos). El hecho irónico es una especie de tragedia pero a su vez una curiosa jugarreta de la naturaleza ya que, en la placa conmemorativa, donde se evocaba a la carrera e influencia del artista británico, se citaba un fragmento de Maharishi Mahesh Yogui, guía espiritual de la banda, que versa: «Para que el bosque sea verde, cada árbol debe ser verde».
Sin embargo, lo único que queda es la placa conmemorativa que es casi invisible según comentarios de visitantes y transeúntes de la zona del observatorio Griffith. George Harrison vivía en la ciudad angelina de California hasta que muriera a causa de un tumor cerebral a la edad de 58 años en 2001. Un consejero del ayuntamiento declaró, de cualquier manera, que otro árbol será sembrado en ese sitio.
AGENCIAS