La elegancia no siempre encabeza la lista de atributos de las grandes estrellas del rock. Y las ceremonias del Salón de la Fama del Rock and Roll pueden sacar lo peor de sus agasajados, que han hecho públicas sus riñas privadas o lanzado críticas contra el salón.
Este año el turno fue de Kiss, cuyos integrantes están molestos porque los organizadores decidieron incorporar sólo a sus miembros originales Paul Stanley, Gene Simmons, Peter Criss y Ace Frehley , excluyendo a dos que se unieron a la banda más tarde.
Como resultado, los rockeros no llevarán su característico maquillaje ni tocarán el jueves en el Barclays Center de Brooklyn cuando sean incorporados junto con Nirvana, Peter Gabriel, Linda Ronstadt, Hall and Oates, Yes, Cat Stevens, el difunto manager de los Beatles Brian Epstein y el exmanager de los Rolling Stones Andrew Loog Oldham, quien también está boicoteando el espectáculo, por estar en desacuerdo con su papel.
A continuación otros artistas que optaron por hacer de la ceremonia algo incómodo para los demás o saltársela del todo:
Cuando Guns N’ Roses fue incorporada al salón en el 2012, Axl Rose decidió no asistir a la ceremonia porque no sentía que lo «querían o respetaban». El guitarrista Slash, el bajista Duff McKagen y el baterista Steve Adler, sin embargo, sí subieron al escenario y los rockeros de Los Ángeles tocaron juntos por primera vez en casi dos décadas. Myles Kennedy cantó con ellos en lugar de Rose.
La mayoría de los miembros de Van Halen no asistieron a la ceremonia de 2007 en su honor. El guitarrista Eddie Van Halen decidió empezar un tratamiento de rehabilitación la semana antes, una excusa bastante buena para un rockero. Pero su hermano y baterista Alex tampoco asistió. Y el vocalista principal original, David Lee Roth, se retiró a último minuto en medio de una discusión por el tema que iba a cantar en el evento. Eso dejó al bajista Michael Anthony y al segundo cantante Sammy Hagar como los únicos miembros oficiales de la banda presentes, quienes tuvieron que conformarse con tocar con la banda de Paul Shaffer, que amenizaba el evento.
John Fogerty se negó a tocar con los miembros sobrevivientes de Creedence Clearwater Revival, el bajista Stu Cook y el baterista Doug Clifford. Se juntó con un par de figuras estelares Bruce Springsteen y Robbie Robertson de The Band en el escenario, pero el distanciamiento se hizo público cuando Cook y Clifford abandonaron la sala mientras Fogerty tocaba. La banda se separó en 1972 y Fogerty seguía resentido en la ceremonia del salón de 1993, cuando les dijo a Cook y Clifford que no tocaría con ellos horas antes del evento, en el ensayo. Cook y Clifford volvieron cuando se encendieron de nuevo las luces, y Cook lució desolado sosteniendo el bajo que esperaba tocar ese día.
Los Sex Pistols, unas de las primeras y más notables bandas de punk rock, le mostraron metafóricamente el dedo medio al salón de la fama cuando ésta finalmente los homenajeó en el 2006, cincos años después de que se hicieron elegibles. La banda británica, que incluye al cantante Johnny Rotten y al fallecido bajista Sid Vicious, dijo en una nota escrita a mano y gramaticalmente incorrecta publicada en su cibersitio que el salón era como «orina en vino» vendiendo a «viejos famosos»: «No vamos. No somos monos y qué?». El fundador de la revista Rolling Stone Jann Wenner leyó la carta entera e invitó a la banda a aceptar sus trofeos de todos modos: «Si quieren destrozarlos en pedacitos, también pueden hacerlo».
El dedo medio no fue algo metafórico cuando Elvis Costello subió brevemente al escenario con su banda The Attractions durante la misma ceremonia de 2006. El cantante británico había estado de gira con dos miembros de la agrupación, pero estaba peleado con el bajista Bruce Thomas y llevó la disputa al escenario. Thomas le quitó su trofeo a un presentador y dijo «Gracias por los recuerdos, eso es todo», y se fue. Costello marcó su partida mostrando el dedo medio.
Algunos integrantes de Blondie le echaron más leña al fuego ese 2006, cuando la división entre sus miembros fundadores Debbie Harry y Chris Stein, y Frank Infante y Nigel Harrison, se hizo obvia en el escenario. Harry y Stein comenzaron a cantar juntos en 1999 con los otros tres miembros de la banda e Infante y Harrison demandaron infructuosamente para reunirse al grupo. Infante continuó presionando a Harry en la ceremonia: «Debbie, ¿podemos estar aquí?». Ella rehusó y la banda tocó tres de sus más grandes éxitos con músicos sustitutos. «Ellos mismos se excluyeron de la historia de la banda, hasta donde yo sé», dijo Stein entre bambalinas. «Deberían tener un poquito de honor. Se supone que esto es rock ‘n’ roll. Se supone que es algo amigable. Esto es como atravesar juntos las trincheras».
Paul McCartney y Ringo Starr se reunieron recientemente para celebrar el 50o aniversario de la primera visita de los Beatles a Estados Unidos. Pero las cosas no estaban tan bien en 1988, o así lo mostró entonces McCartney cuando no se presentó a la ceremonia de incorporación del famoso cuarteto. Explicó la decisión a través de un publicista: «Después de 20 años, los Beatles siguen teniendo algunas diferencias de negocios. Me sentiría como un completo hipócrita saludando y sonriendo con ellos en una reunión falsa». George Harrison y Yoko Ono, viuda de John Lennon, si asistieron a la ceremonia.
AP