Siendo de las bandas más jóvenes en clasificar al Proyecto Emerge 2016, Baking Soda nos trae una química explosiva y psicodélica con su rock encendido y dinámico, uno con muchas influencias setenteras y cuyo objetivo es que logre penetrar en la mente de los que gustan de buena música en Nicaragua.
Están formados por 3 broderes que se conocen desde el colegio, haciendo que el trabajo de creación de piezas musicales sea fluido y divertido, contando con un entendimiento que los ayuda a alcanzar ese proyecto musical que comparten entre sí. Los nombres de estos chavalos son Alejandro Argüello (vocal, guitarra), Manuel Deleo (bajo, coros) y Erick Calderón (baterista, voz secundaria).
Argüello nos comenta que ellos crean «sonidos que despiertan una juventud revolucionaria, sonidos de poder, alegría, viajes, amor y todas esas buenas vibras combinadas generan lo que es la psicodelia, y nosotros somos amantes de ese feeling». Las canciones de Baking Soda tienen duración de entre 5 a 6 minutos, donde según nos explica este vocalista pasan por muchas progresiones, arreglos, solos de bajo, guitarra y batería que parecieran jams, pero que canalizan todo en un sonido que engloba su propuesta alternativa.
El nombre de la banda es adquirido por la química que tienen sus integrantes para trabajar en la búsqueda de sonidos frescos y nuevos. «Así como cuando combinás el bicarbonato de sodio con otros componentes y se genera una explosión, eso pasa con tu cerebro mientras escuchás buena música«, explica Alejandro. «También porque este compuesto puede limpiar cualquier cosa, así nuestra música puede despejar tu mente en un día oscuro», agrega.
Surgieron de manera formal en diciembre 2015 y desde entonces ya han sido invitados en varios toques con bandas amigas del rock emergente nacional, en donde sienten han tenido buena acogida por parte del público que pide conocer más de ellos, así como que graben sus rolas, proceso en el que se encuentran actualmente, ya que no les gustó un estudio donde trabajaron previamente y ahora ya tienen planeado ir a otro para que le den el trato especial que merecen sus creaciones.
«Hemos recibido comentarios que somos de lo más fiera de Nicaragua, que tenemos buen feeling, que administramos buena dosis de psicodelia y todo se lo debemos a los músicos nicaragüenses que se apoyan entre sí, como lo es el Proyecto Emerge, que gracias a ellos hemos tocado en varios lugares», cuenta entusiasmado el joven vocal de esta banda.
La palabra psicodelia resuena mucho en estos chavalos y en su música, por lo que al preguntarles qué significa eso para sus vidas nos dijeron que: «Es la energía positiva hacia las cosas, disfrutar de la vida, la naturaleza, los paisajes fieras. Preferimos estar creando música en El Crucero que estar encerrados viendo televisión. Eso es la psicodelia, la revolución a todo lo aburrido», nos finaliza contando Alejandro.