¿Será que el reguetonero estaba buscando inspiración para alguna de sus líricas?
Fui a un sex shop para preguntarle al dueño si podía usar el aparcamiento de la parte trasera, ¡de verdad! No me di cuenta de que era un sex shop, simplemente entré y pregunté si podía usarlo. Y dentro había dos chicas que se pusieron a gritar: Oh, ¡dios mío!, recordó el reguetonero en una entrevista a Billboard.
Al intérprete le dio tanto apuro que sus fans pudieran pensar que había acudido al local para comprarse juguetes sexuales, lo que hizo que la situación fuese aún más incómoda poniéndose a hablar a gritos con el dependiente.
Pensé que no se iban a creer que había entrado solo para pedir que me dejaran usar el aparcamiento, pensé: Estas chicas van a creer que venía a comprar algo para mí. No es que sea nada malo, pero sí es incómodo. Así que me puse a preguntarle al tipo a gritos: Oye, ¿puedo usar el aparcamiento de la parte trasera?. Después me pidieron que me sacara una foto con ellas, y entonces empezó a llegar más gente Fue muy incómodo.
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