???Cuando estaba vivo, Prince hizo cientos de millones de dólares para compañías disqueras, salas de conciertos y otros. Eso está claro. Lo que no está claro es cuánto dejó él y quién se quedará con su fortuna.
Menos de una semana después de la muerte del astro y de un dolor y nostalgia que llevó a los fans a comprar 2,3 millones de sus canciones en tres días, todavía no se sabe si dejó un testamento, o quién manejará su herencia.
Prince poseía una docena de propiedades en y alrededor de su famoso complejo Paisley Park en un suburbio de Minneapolis: en su mayoría terrenos rurales y algunas casas para miembros de su familia. Documentos públicos muestran que esas propiedades valían unos 27 millones de dólares en el 2016.
Los estimados de cuánto generarán las concesiones de su marca personal tras su deceso alcanzan las nubes púrpura.
«Era de lo más grande que hay», dijo Mark Roesler, director ejecutivo de CMG Worldwide, que maneja la comercialización del nombre e imagen de Marilyn Monroe, James Dean y otras estrellas extintas.
Roesler calcula que las ganancias post-mortem de Prince igualarán las de celebridades como Elvis Presley, cuyo patrimonio facturó 55 millones de dólares en el 2015, según la revista Forbes.
«¿Habrá un negocio en torno a Prince dentro de 60 años como ocurre con James Dean? La respuesta inequívoca es sí», dijo Roesler.
Si Prince dejó un testamento o creó un fideicomiso, los herederos de su futura fortuna se conocerían. Pero ningún documento de este tipo ha aparecido.
Bajo las leyes de Minnesota, una persona puede presentar un testamento ante un juzgado de sucesiones en secreto. Si Prince lo hizo, el hecho de que exista el testamento sería público una vez que se presente un certificado de defunción, pero el médico forense aún no ha emitido uno para Prince. Una autopsia se realizó el viernes y sus restos fueron cremados el sábado.
L. Londell McMillan, por años abogado y exmanager del superastro, declinó hacer comentarios a The Associated Press sobre si el artista tenía un testamento o cualquier otra particularidad sobre su herencia, pero dijo: «Quiero asegurarme de que su legado sea respetado y protegido sin importar el papel que yo desempeñe». McMillan fue abogado de Michael Jackson y tuvo un papel en la tramitación de su herencia, así como en las del rapero Notorious B.I.G. y Sammy Davis Jr.
Otros abogados que trabajaron para Prince – incluido Alan Eidsness, quien manejó su divorcio en 2006 de Manuela Testolini Nelson – dijeron que no estaban a cargo de su herencia.
Las personas adineradas por lo general crean fideicomisos para evitar el espectáculo público de un trámite de sucesión, y es probable que Prince lo haya hecho, según Irwin Feinberg, un abogado especializado en testamentos y fideicomisos en Los Ángeles.
Prince no estaba casado y no se le conocen hijos. Tenía una hermana, Tyka Nelson, y cinco medio hermanos (otros dos medio hermanos fallecieron), que podrían compartir su herencia si no dejó un testamento.
La AP no consiguió gravámenes o hipotecas sobre ninguna de sus propiedades, que van desde una pradera de 64,75 hectáreas (160 acres) entre Lake Lucy y Lake Ann, hasta un bungaló de tres habitaciones en Minneapolis en el que vive su medio hermano Omarr Baker.
Prince vendió más de 100 millones de discos en vida, según Warner Music Group. Y Pollstar, una publicación de la industria de conciertos, dijo que en los años que sus giras encabezaron las listas de popularidad – 10 años de sus cuatro décadas actuando – las giras generaron 225 millones de dólares en boletería.
Su gira más lucrativa, en la que facturó 87,4 millones de dólares, fue en 2004, el mismo año en que fue incorporado al Salón de la Fama del Rock and Roll y dos décadas después de que la banda sonora de «Purple Rain» se fue multiplatino.
Pero lo que permaneció en manos de Prince es, bajo cualquier estimado, menos que la suma de ventas de boletos y álbumes. En cada acuerdo discográfico, una parte va al sello, a los músicos acompañantes y los editores, aunque Prince escribía y publicaba su propia música. Los ingresos de los conciertos se reparten entre el lugar, el promotor, el personal y los costos de viaje. Y Prince era conocido por organizar fiestas caras.
Batallas en las cortes en años recientes sugieren que el dinero no fluía libremente.
En abril del 2013, Prince perdió una demanda presentada en el Tribunal Supremo del estado de Nueva York por el fabricante de perfumes Revelations Perfume and Cosmetics Inc. por no promover como estaba previsto la línea de perfumes «3121», nombrada como su álbum de 2006 y que él promocionó, pero solo una vez, en un concierto multitudinario que comenzó el 7 de julio de 2007 cerca de Macy’s en el centro de Minneapolis y terminó a las 5 a.m. en el club First Avenue, un sitio famoso de «Purple Rain».
Se le ordenó que pagara 4,4 millones de dólares; nunca lo hizo. Los abogados de la parte demandante fueron en busca de activos, encontraron unos 3 millones de dólares en varias cuentas en Minnesota y consiguieron que los tribunales los congelasen, de acuerdo con Brian Slipakoff, un abogado en Nueva York que representó al fabricante de perfumes. Prince llegó a un acuerdo por un monto menor poco después.
«Esto no hace pensar que había montones de dinero a la vista», dijo Slipakoff.
Prince tuvo dificultades con el fisco en varias oportunidades a lo largo de los años. Le debía impuestos a Francia del 2012, que pagó, y debía impuestos sobre la propiedad atrasados por unos 450.000 dólares en el 2010. En el 2013, el Servicio de Rentas Internas presentó un gravamen de impuestos federales en su contra en la corte en el condado de Carver, en Minnesota, por 1,6 millones de dólares. No está claro que sucedió con ese caso.
Documentos en el condado de Carver, donde se encuentra Paisley Park, muestran que estaba al día con los impuestos sobre la propiedad cuando murió.