En su disco más reciente, «Kiss Me Once» (2014), Kylie Minogue ha decidido bajar del pedestal de ‘princesa del pop’ para seguirle los pasos a Rihanna, Miley Cyrus y otras aspirantes al trono.
En «Aphrodite» (2010), su placa anterior, Kylie tuvo al amor como tema central, y para ello adoptó estrategias para la composición y producción de las canciones del disco.
Negándose a caer en la estructura estrofa/coro, las canciones de «Aphrodite» se revelaban con el paso del tiempo, como dos personas que apuestan por una relación sentimental a largo plazo. Los densos y majestuosos arreglos musicales evidenciaban que los temas habían sido hechos para recitales en estadios y no tanto para discotecas.
De hecho, no pasó mucho tiempo para que Minogue se embarcara en una gira y lanzara el registro de la presentación en vivo que hizo en la O2 Arena: «Aphrodite Les Follies: Live in London» (2011).
Con «Kiss Me Once» ocurre todo lo contrario. Antes de empezar la grabación del disco, Minogue contrató como productora ejecutiva a Sia Furler, cuyo currículum incluye trabajos para Katy Perry, Ke$ha, Britney Spears y Rihanna. Y el espíritu de estas jóvenes divas del pop se presiente a lo largo de todo el disco.
Agencias