El artista se metió en una serie de problemas legales por haber devuelto en malas condiciones una casa que le alquiló en Malibú al actor Til Schweiger desde 2010 hasta el pasado mes de febrero.
Cada uno de los involucrados se declara inocente, y se están demandando mutuamente. Beck exige que el propietario de la casa le devuelva los 11 mil dólares que él puso como depósito, y el actor pide casi 57 mil por supuestas reparaciones que tuvo que hacer tras la partida del cantante.
Lo que Beck asegura es que ya había problemas de humedad, de plomería y de electricidad cuando él se mudó a la mansión. Schweiger, por su parte, dice que tuvo que gastar 40 mil dólares de su bolsillo para arreglar los fallidos trabajos de reparación que el cantante habría mandado a realizar sin su autorización.
Mientras tanto, Beck sigue ultimando los preparativos de su próximo disco, Morning Phase, que saldrá a la venta en febrero.
Agencias