La cantante no se deja amenazar por nadie.
Demi Lovato ha preferido tomarse con sentido del humor las acusaciones vertidas contra ella por la tatuadora Ashley McMullen, quien le ha criticado duramente a través de su cuenta de Instagram asegurando que se presentó borracha en su estudio de tatuajes en 2011 y que no se ofreció a pagar por el diseño de unos labios que la ex estrella Disneydecidió modificar hace apenas unas semanas para convertirlo en una rosa.
Ante el aluvión de mensajes de sus preocupados fans alertándola del mensaje que la tatuadora había publicado en su perfil de la red social, Demi ha querido calmar los ánimos, al tiempo que deja claro que no se toma en serio sus críticas, retuiteando el polémico comentario acompañado por un montón de emojis de caritas sonrientes.
Gracias por taparte el tatuaje que te hice de forma gratuita según me indicaste tú específicamente. Por no mencionar que ni siquiera tuviste la cortesía de ofrecerte a pagarme en un primer lugar. Además, measte sobre la taza de nuestro váter e hiciste completamente el ridículo. Es una pena que la gente te admire. Y el tatuaje con el que te has cubierto el mío es bastante malo. Parece que siempre serás una est**ida, comentó Ashley en la cuenta de Instagram de la cantante, junto a los hashtag Demi Lovato es una basura y Asegura que está sobria.
Demi anunció a todos sus seguidores su decisión de deshacerse de su antiguo tatuaje alegando que se parecía demasiado a una vagina e insinuando a un mismo tiempo que podría haber estado bajo la influencia de las drogas cuando decidió realizárselo.
Adiós y hola. Muchas gracias a mi hermano Gee Es una preciosidad y me encanta. Descansa en paz, tatuaje de una vagina. Chicos, no tomen drogas , escribía la cantante en su cuenta de Instagram junto a una imagen de su flamante tatuaje de una rosa, que cubre toda su muñeca izquierda y que camufla completamente el diseño anterior.
AGENCIAS