Vicentico, el cantautor argentino, debutó ayer como solista en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México con Último Acto, emocionando a los más de 9 mil asistentes con cada una de sus letras en una combinación de amor y baile.
La velada comenzó con Ya no te quiero, seguida de Viento y Si nos dejan donde las palmas, gritos y muestras de cariño hacia el también vocalista de Los Fabulosos Cadillacs no tardaron en manifestarse, también su hijo Florían tuvo la oportunidad de recibir dicho cariño al compartir escenario interpretando Un diamante y La Carta.
Uno de los momentos que hicieron rodar lágrimas a más de uno de los asistes fue cuando No te apartes de mí era coreada por el público mientras Vicentico miraba la imagen de su esposa Valeria Bertuccelli, que era proyectada en las pantallas del recinto.
El argentino, le regaló a los mexicanos no sólo una noche romántica, también combinó ritmos de salsa con los que puso a bailar a los que ya esperaban la fecha de su presentación.
La velada parecía terminar cuando se dirigió al público diciendo Si pueden ayudarnos a que esta canción llegue muy lejos va a ser un honor y un placer retomando Los caminos de la vida acto que hizo que el público subiera aún más los ánimos, bailara y cantara al unísono.
Para cerrar su presentación, Vicentico interpretó la emblemática canción Vasos vacíos, conquistando una vez más el corazón de todos los presentes.
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