Carbonizados terminaron cuatro personas que protagonizaron un fatal accidente de tránsito en Inglaterra, tras una noche de locura y mucho alcohol.
Según las autoridades, los hombres fallecieron tras manejar a más de 170 kilómetros por hora e impactar contra una rotonda.
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El vehículo se desplazó por 76 metros en el aire y aterrizó destrozándose en medio de un campo, en donde se incendió con los cuatro pasajeros en su interior, resultando todos con múltiples lesiones fatales y quemaduras.
De acuerdo a la información brindada por las autoridades, los hombres fueron identificados como: Zahir Baig, Sahir Iqbal, Mohammed Uddin y Jason McGovern, cuyas edades iban desde los 39 hasta los 46 años.
Un familiar de las víctimas declaró que se habían reunido para asistir a la pelea de boxeo por el Campeonato Mundial de Peso Pesado entre Tyson Fury y Deontay Wilder, la que ocurrió el 10 de octubre del año pasado. Antes de llegar al recinto, decidieron pasar a un local nocturno, en donde no pasaron desapercibidos.
Carbonizados quedaron después del accidente
En la medianoche, llegaron hasta el club «Pink Punters», lugar en que Baig «estaba haciendo payasadas y jugando con Iqbal, cuando accidentalmente abofeteó a otra persona y se les pidió que se fueran»; contaron los investigadores.
Mientras eran desalojados del local, a eso de las 03:32 horas de la madrugada, Baig se involucró en otra pelea, ahora con el guardia de seguridad. El cuarteto fue desalojado, algunos inestables tras el consumo de alcohol.
A pesar de sus malas condiciones de lucidez, Zahir Baig asumió la conducción del vehículo. Las cámaras de seguridad revelaron lo inevitable: un manejo errático del manubrio, provocando un choque contra la acera y alcanzando una velocidad superior a la permitida.
Brutal accidente acaba con la vida de cuatro personas
Igualmente, el grupo siguió su rumbo, pero el chofer pisó el acelerador hasta lograr una velocidad de 172 kilómetros por hora. Fue así como chocaron contra una rotonda y «volaron» por los aires; aterrizando 76 metros más allá del lugar del choque. Antes de incendiarse, el vehículo quedó destrozado.
Los investigadores plantean la tesis de que el conductor «estaba incapacitado debido al alcohol, la fatiga o la distracción». Y que es probable que los otros tres amigos «causaran la colisión». Asimismo, creen que el cuarteto murió antes de que el auto se incendiara en la mitad del campo.
Cuando llegó la policía al sitio del accidente, se tomó la alcoholemia al cadáver de Baig y se constató que manejaba en estado de ebriedad.