La violencia contra las mujeres sigue estando presente en nuestros días. Aunque es fácil criticar desde afuera a las víctimas que siguen envueltas en el círculo de la violencia, lo cierto es que no todas tienen acceso a una ayuda eficiente para liberarse. Tal es el caso de una mujer que cuando su agresor murió, ella esparció las cenizas en la basura.
Esto como venganza de todas las veces que la violentó. El caso que se suscitó en Estados Unidos se ha vuelto viral en redes sociales y ha generado múltiples reacciones.
Fue a través de redes sociales en donde este caso se hizo viral tras causar opiniones de apoyo y algunos de reflexión sobre la decisión que tomó la mujer que esparció las cenizas de su esposo en el bote de basura.
Con una grabación, la protagonista de esta historia, de nombre Marsha Widener; contó que sufrió abusos por varios años por parte de su esposo, Donald Lee Widener, en Oklahoma, Estados Unidos.
La mujer dijo que sentía paz interior tras la muerte de su esposo. Incluso aseguró que muchos no la entenderían, pero que lo haría.
“Paz interior, amigos. Ahora sé que no vas a entender por qué estoy haciendo esto. Este es Don Widener”, dijo la mujer mientras mostraba con sus manos la caja con las cenizas de su esposo.
Explicó que su familia lo quería cerca, pero que sus hijos no, así que decidió depositarlo en donde según ella estaría mejor.
«Su familia no lo quiere. Su hermano no lo quiere cerca. Sus hijos no lo quieren. Condujo un camión de basura y recogió [basura] para las empresas, ¡así que lo enviaremos de vuelta al vertedero!”, dijo Marsha.
Además, a la vez, comenzó a tirar las cenizas de su esposo sobre el bote de basura. Externó que lo que hacía era por las veces que la golpeó en la cabeza.
Tirar las cenizas de su esposo a la basura
“Esto es por toda la confusión y todo el dolor que ha causado a mis hijos, y a mí misma, y a sus padres. ¡Uy! Está entrando en mi cara, ¡sucio bastardo! ¡sucio bastardo!”, dijo la mujer.
Finalmente, expresó que se sentía mal de que las cenizas no pudiera tirarlas en el infierno, pero que ante la imposibilidad, la basura era el mejor lugar.
«Este poquito de aquí es por todas las veces que me pateó en la cabeza. Desafortunadamente, las cenizas no se pueden arrojar directamente al infierno. Sin embargo, el basurero es la mejor opción», añadió.
Cerró el video quejándose de las cenizas que le había llegado a su cara: «¡Adiós amigos! ¡Uy! Está en mi cara, sucio, sucio bastardo!», dijo la mujer mientras funcia el ceño como muestra de desagrado.
Milenio