El descubrimiento de un grupo de científicos tiene conmocionado a Japón, la mítica sirena momificada; más aún tras el mito que cuenta que aquel que pruebe su carne vivirá para siempre.
La sirena de Japón, atrapada en el Océano Pacífico frente a la isla nipona de Shikoku hace más de tres siglos y que ahora se encuentra en el templo de Enjuin en la ciudad de Asakuchi.
“Estos especímenes tienen una leyenda de inmortalidad”, comentó Hiroshi Kinoshita, el impulsor del proyecto al New York Post.
La criatura es de poco más de 30 centímetros de largo y el experto refiere que los pescadores atraparon en el mar entre 1736 y 1741.
Un mito japonés cuenta que aquel que pruebe su carne vivirá para siempre; por ello algunos investigadores están en la búsqueda de alguien que se anime a hacerlo y así revelar, si la leyenda es cierta.
Extraña criatura en Japón
Por su parte, Hiroshi Kinoshita, líder del proyecto y miembro de la Sociedad Folclórica de Okayama, dijo que la extraña criatura podría tener un significado religioso por el tema de la inmortalidad: “Se dice que si comes la carne de una sirena, nunca morirás”.
En Japón se cuenta que una mujer que comió por accidente la carne de un ejemplar de ese mítico personaje y vivió 800 años.
De la misma manera, los investigadores de la Universidad de Ciencias y Artes de Kurashiki tomaron el espécimen para analizarlo a fondo y señalaron que a primera vista, la apariencia fue un tanto inquietante; ya que parecía un humano mezclado con un pez, tenía dientes puntiagudos y también dedos en las manos.
La sirena también podría ser un presagio siniestro
Así mismo, el misterio de esta sirena es mucho más antiguo que la fecha en la que estiman que se encontró la sirena. Se remonta a principios del siglo XVII, y se cree que nació en el período Edo, una era de la historia japonesa que se extiende desde 1603 hasta 1867.
“La leyenda de las sirenas permanece en Europa, China y Japón en todo el mundo. Por lo tanto, puedo imaginar que la gente en ese momento también estaba muy interesada en eso”; dijo el experto.
Igualmente, Kinoshita comentó que el hallazgo nuevamente de este animal podría tener otro significado. “En la era del Covid-19, una sirena también podría ser un presagio siniestro, sugiere el folclore”; comentó el experto.
Una antigua carta histórica que data de 1903 relató que “se encontró al espécimen en una red de captura de peces en el mar frente a la prefectura de Kochi” y en aquel momento, los pescadores que la atraparon no sabían que era; pero la llevaron a Osaka y la vendieron como un pez inusual.
“Por supuesto, no creo que sea una sirena real”; expresó Kinoshita, pero aseguró que el ejemplar de la “sirena de Japón” estaba hecho de animales vivos y que les gustaría identificarlos mediante tomografías computarizadas o pruebas de ADN.