La infidelidad puede dejar profundas huellas en una relación, y muchas veces las personas infieles recurren a palabras y expresiones específicas cuando intentan ocultar su deslealtad. Estudios sobre lenguaje corporal y patrones de comunicación han demostrado que existen ciertas palabras que tienden a aparecer con frecuencia en estos contextos, lo que puede indicar falta de sinceridad.
Una de las palabras más comunes es “siempre”. Esta palabra se utiliza a menudo para justificar comportamientos y dar la impresión de que no ha habido cambios. Por ejemplo, alguien podría decir: “Siempre llego tarde del trabajo” o “Siempre estoy ocupado/a en esta época del año”, buscando minimizar cualquier sospecha.
Otra palabra utilizada es “nunca”. Al igual que “siempre”, se emplea para reforzar negaciones absolutas y desviar la atención. Frases como “Yo nunca haría algo así” o “Nunca te ocultaría nada” son típicas, ya que buscan cerrar la conversación y alejar las dudas.
Las cinco palabras que más repiten los infieles
El término “amigo” o “amiga” también es frecuente en el vocabulario de quienes ocultan una relación extramarital. Al referirse a la persona con la que interactúan de esta manera, intentan normalizar la situación. Expresiones como “Es solo un amigo” o “Es una amiga del trabajo”; son intentos de desviar sospechas.
La palabra “trabajo” se usa como excusa para justificar ausencias o cambios en la rutina. Muchas personas infieles argumentan que su falta de tiempo se debe a compromisos laborales, utilizando frases como “Es un proyecto de trabajo” o “Tengo una reunión de último minuto”.
Finalmente, “perdona” se convierte en un recurso para desviar la atención ante preguntas incómodas. Al pedir disculpas, buscan apelar a las emociones de su pareja y finalizar la conversación. Frases como “Perdona si te hice sentir mal” son comunes en este contexto, permitiendo que la persona infiel evite confrontaciones directas.
Estos patrones lingüísticos pueden ofrecer pistas sobre la sinceridad de alguien y ayudar a identificar comportamientos sospechosos en una relación.