La inseguridad y los cambios notorios de actitud que tenía su novio, la llevaron a contratar a un investigador privado para que lo siguiera y le confirmara sus sospechas «una eventual infidelidad de su pareja«, con quien llevaba cuatro meses de relación.
Bastaron apenas tres días para que el sujeto fuera grabado junto a otra mujer. En el video, ambos aparecen abrazados y besándose al interior de un restaurante; luego, son captados ingresando a un motel.
Cuando la investigación finalizó y el detective entregó las pruebas, la novia no podía creerlo: era su propia hermana la que le había fallado, siendo la amante de su novio.
Ocultando su identidad, la afectada contó a la prensa local que sus sospechas comenzaron cuando «mi novio empieza a cambiar totalmente conmigo. Ya no era detallista y llegaba tarde, lo que nunca hacía».
Paga investigador para seguir a su novio y descubrió la infidelidad
Por su parte, el investigador privado, David Espitia Henao, profundizó en los cambios que tuvo el infiel: «Él trabajaba en un gimnasio y de repente empezó a cambiar de gimnasios. Entonces, iba a dar sus clases y sus rutinas en distintos lugares».
«Ahí es donde ella empieza a sospechar», dice refiriéndose a su clienta, «porque en algunos momentos ella decía ‘si trabaja más, por qué llega con menos dinero'». Para David, las muestras de afecto entre la pareja infiel eran «notorias», como si estuvieran enamorados y viviendo una relación que no les correspondía.
Cuando la afectada vio el video de los sujetos ingresando al motel, sintió un puñal enterrándose en su corazón: «Ese fue el momento que más me impactó, me dolió en el alma. Vi la cara de la mujer y era mi hermana»; señaló.
El detective contó que la relación de infidelidad habría comenzado de la siguiente manera: la hermana de la víctima llegó a Bogotá con una mala situación económica, así que la afectada decidió ayudarla con el pago del arriendo en un lugar cercano a su casa.
Ahí fue que ambos iniciaron su romance prohibido, el que ya lleva tres meses de duración, porque ahora viven juntos; mientras que la víctima se cambió de ciudad tras el dolor sufrido.