Zarpando desde el puerto de Miami, el crucero Icon of the Seas ha iniciado su primera travesía por el Caribe, marcando un hito en la industria de cruceros con sus imponentes 365 metros de longitud y capacidad para 7.600 pasajeros, junto a una tripulación de 2.350 miembros.
Este coloso marítimo promete redefinir la experiencia de navegación con una amplia variedad de comodidades y entretenimiento de primer nivel.
Con seis emocionantes toboganes, siete piscinas, una pista de patinaje sobre hielo, un teatro de última generación y más de 40 restaurantes, bares y salones, el interior del Icon of the Seas se presenta como un oasis de lujo y diversión en alta mar.
El viaje inaugural de siete días por las islas del Caribe ha generado una expectación considerable y dejado una estela de asombro entre aquellos que lo presencian.
Icon of the Seas, el crucero más grande del mundo
Además de su impresionante oferta de entretenimiento, el barco destaca por su compromiso con la eficiencia y la sostenibilidad.
Equipado con seis poderosos motores que funcionan con gas natural licuado, el Icon of the Seas refleja una voluntad aparente de reducir emisiones y abrazar tecnologías más limpias.
Sin embargo, a pesar de las afirmaciones de la compañía sobre su enfoque en la eficiencia energética; grupos ecologistas expresan preocupaciones legítimas.
Se teme que las posibles fugas de metano de los motores de este tipo de embarcaciones puedan contribuir al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero; generando inquietudes sobre el impacto medioambiental a largo plazo.
Mientras el Icon of the Seas navega hacia nuevas travesías, la controversia sobre su impacto ambiental se suma a la compleja narrativa que rodea a la industria de cruceros en su búsqueda de la sostenibilidad.
