Cometer errores financieros es común y dentro de todo, normal. Y es que no todas las personas cuentan con una formación en la materia y llevar las cuentas con claridad, objetivos y límites puede ser muy retador. Además, pocas veces recibimos educación sobre cómo debemos manejar nuestras finanzas para un correcto aprovechamiento del dinero; incluyendo consejos para ahorrar o lecciones sobre cómo aprovechar mejor nuestros ingresos. Ahora, si esto sucede de manera individual y es suficientemente complicado, ya podemos deducir que en pareja es aún más retador.
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Después de todo, en una relación de pareja, cada persona tiene su propio historial y vivencias, en las que lo que para una persona es prioritario, para la otra puede no serlo, y no solo hablamos de las emociones y dinámicas de pareja, sino también de la forma en que generamos y gastamos dinero. Por ejemplo, imagina que para una persona, disfrutar de un café por la mañana en su cafetería preferida es una fuente de felicidad que no quiere abandonar y que prefiere darle prioridad a este momento que a gastar en otras cosas, como en ropa. Por otro lado, esa misma persona puede estar en una relación de pareja con un amante de la moda que quiere renovar su closet con frecuencia, incluso si esto significa sacrificar los paseos matutinos. Como este caso, hay muchísimos momentos más en que las parejas experimentan discrepancias en torno a su forma de ahorrar, generar dinero y gastarlo, así como en lo que cada una considera prioritario al momento de diseñar planes de presupuesto.
Estas discrepancias afectan en la vida cotidiana de una pareja
Estas discrepancias no solo afectan en la vida cotidiana de una pareja; sino que pueden ser un motivo de discusión importante al momento de organizar actividades juntos. Por ejemplo, planear un viaje con tu pareja puede convertirse en una verdadera pesadilla si cada uno quiere imponer su manera de aprovechar el presupuesto del viaje, ¿ahorrar en el hotel o mejor en el transporte? ¿Documentar maleta o ahorrarse ese dinero? Desde decisiones pequeñas hasta otras más grandes, los itinerarios y la rutina pueden verse sumamente afectados por diferencias en cómo se percibe el dinero dentro de una dinámica de pareja.
En ese sentido, hay algunos errores financieros que son frecuentes en las parejas y que de reconocerlos y trabajar en ellos; podrás evitar varias peleas y discusiones, además de crear una mejor rutina para vivir tranquilamente con tu ser querido. Te presentamos algunos ejemplos.
Error 1: pensar que son los únicos con problemas financieros
Empecemos por reconocer el hecho de que una gran parte de las parejas tiene problemas por cuestiones financieras. De hecho, un estudio de la School of Family Studies and Human Services, de Kansas State University, declaró que los problemas económicos son uno de los principales motivos de divorcio, por encima de otros temas (incluso por encima de la química sexual). Por lo mismo, es importante que ambas partes trabajen en reconocer qué deben mejorar para que el tema no sobrepase el amor que se tienen. Además, se debe normalizar el hablar sobre el tema, para que se puedan mejorar los acuerdos y deje de ser algo tabú.
Error 2: asumir que tienen los mismos valores
Lo que sabemos de finanzas, muchas veces lo sabemos por los valores que heredamos de nuestras familias y sus dinámicas. Esto quiere decir que cada persona tiene ideas distintas en torno al tema. Uno de los errores financieros de las parejas más frecuente es pensar que ambos se relacionan de manera similar con el dinero. Para solucionarlo, es importante que se tomen el tiempo de crear dinámicas nuevas, que sean de ustedes como pareja, y no solo imitan lo que cada uno aprendió que era correcto. Pueden comenzar por preguntarse, “¿qué aprendiste sobre el manejo del dinero en tu familia?” y así comenzar una charla sobre acuerdos comunes que sean valiosos para los dos.
Error 3: dejar de tocar base
Por lo mismo de que el tema de las finanzas puede ser tabú en las parejas, a veces dejamos de tocar base respecto a cómo nos sentimos con la dinámica que hemos entablado. Por ejemplo, imagina que una pareja hace sus acuerdos financieros cuando ambos reciben un sueldo similar, pero luego, uno de ellos se queda sin empleo. En este punto, es importante tocar base y replantear cómo quieren organizarse, pues no se debe asumir que las dinámicas en torno a los gastos nunca deben cambiar. Pueden preguntarse cuáles son las metas económicas y sus posibilidades cada cierto tiempo para evitar que la rutina sea demasiado demandante para ustedes.
Error 4: no retomar el tema si causa tensión
Para muchas parejas, el tema de las finanzas causa tensión. En ese sentido, es prudente saber cuándo y cómo hablarlo, y también dejar el tema descansar si está causando problemas. Sin embargo, si se llega a este punto, también es importante saber cómo retomarlo después y no dejarlo de lado para siempre; pues entonces se quedará como un tema pendiente que podrá ser una piedra en el zapato de su relación.
Error 5: hacer del tema algo demasiado solemne
Hablar de dinero siempre es tema serio, lo sabemos, pero ¿qué pasa si en tu dinámica de pareja le das un giro a esto? Por ejemplo, en el momento en que decidan tocar base sobre sus posibilidades financieras, pueden hacerlo por un momento y luego tener una noche de juegos de mesa para desestresar la tensión. También, pueden hablar de situaciones imaginarias como en qué usarían su dinero si ganaran la lotería, y así conocerse mejor sin que sea un momento extremadamente solemne que genere más incomodidad en ustedes. Lo importante es fomentar que estas charlas fluyan y aprender a respetarse mutuamente en todos los sentidos, incluyendo en el terreno de las finanzas.