Las fiestas son unas de las fechas del año en las que más pirotecnia se vende y se usa. Pero los fuegos artificiales no solo pueden ser molestos para niños y mascotas, sino que son también peligrosos para los que los usan. De eso puede dar fe Samuel Rodrigues, un joven de Brasil cuya vida cambió para siempre por un accidente pirotécnico.
La noche del 17 de noviembre de 2012 Samuel tuvo un grave accidente mientras trabajaba en un festival de música en el estado de Goiás, en Brasil.
El joven fue alcanzado por un fuego artificial y tuvo que ser internado de urgencia en el hospital de Clínicas de la Universidad Federal de Goiás, según indican en un reportaje de la BBC. «Tenía un agujero en la mayor parte de la cara», señala el joven.
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«Cuando estaba terminando de quitar las protecciones en el escenario y preparándome para bajar, se dispararon los fuegos artificiales. No sé si fue automático o si había alguien detrás para controlarlo»; dijo.
Conocido en Brasil a través de la red social TikTok
«Uno de esos fuegos artificiales me dio en la cara. En ese momento, no me di cuenta de que me habían alcanzado. El impacto fue como un puñetazo, me mareé un poco y me acosté con el pecho hacia abajo, en la estructura del escenario, para no caerme. Tuve un desmayo de milisegundos. Cuando levanté un poco la cabeza, vi estallar los fuegos artificiales cerca de mí y tuve la sensación de que uno me había golpeado», agrega el joven recordando aquel día.
Así, fue internado y operado de urgencia. «Me pusieron alfileres y placas en la cara. Debajo de los ojos perdí prácticamente todos los huesos. Me pusieron una malla de apoyo en el globo ocular. El trauma que tuve en la cara fue surrealista», le cuenta a la BBC.
El cirujano plástico que lo trató, Carlos Gustavo Neves, especialista en microcirugía reconstructiva famoso en Brasil, es muy descriptivo: «Perdió por completo el tejido de la piel en la región central de la cara, todo el labio superior, el músculo en esa región, parte del maxilar derecho y parte del maxilar izquierdo. También perdió todo el paladar duro y blando, por lo que quedó sin la separación entre boca y nariz, zona que quedaba como si fuera una sola cavidad».
Además, Samuel perdió la vista del ojo izquierdo y el 80% de la del derecho. Por su fuera poco, desde entonces respira por traqueotomía.
La primera vez que el joven pudo mirarse en un espejo asegura que fue «un shock» para él. En un principio, Samuel evitó mostrar su rostro en redes sociales y solo compartía fotos con la cara tapada.
Hasta que un día se decidió a hacerlo: «Estaba viendo el vivo de un chico en TikTok, le pedí participar y él aceptó. Estaba sin máscara y me tomó por sorpresa, porque no sabía si iba a aceptar. Fue la primera vez que expuse públicamente mi rostro».
Asegura que esto «fue un sentimiento liberador» y entonces comprendió que muchas personas se identificaban de alguna manera con su historia. Por ello, desde ese momento empezó a compartir vídeos en TikTok sobre su vida. De hecho, ya tiene más de 70.000 seguidores en esta red social.