La infidelidad es uno de los motivos más frecuentes por los que el ser humano termina un vínculo amoroso. Un estudio de la Universidad de Eichmann, en Israel; determinó que el 75 por ciento de los hombres y el 68 por ciento de las mujeres han engañado a su pareja al menos una vez.
Los investigadores también descubrieron que las personas son más propensas a ser infieles si se está en constante relación con estos comportamientos. “Demostramos que la exposición a normas de adulterio disminuye el compromiso con la pareja actual, al tiempo que aumentaba las expresiones de deseo por parejas alternativas”, escribieron los analistas.
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El estudio que está publicado en la base de datos ‘Archives of Sexual Behaviour; tomó como referencia no solo los factores externos que hacen a la persona optar por el adulterio, sino también las circunstancias individuales.
“La investigación que explora los determinantes de la infidelidad se ha centrado principalmente en las características individuales y de relación que hacen que las relaciones sean vulnerables, prestando menos atención a las circunstancias externas que aumentan la probabilidad de desviarse”, dice el texto.
“La presente investigación examinó si la exposición en línea a las normas de adulterio afectaría las expresiones de deseo de parejas alternativas. En tres estudios, los participantes involucrados románticamente fueron expuestos al comportamiento infiel de otros y luego pensaron o se encontraron con extraños atractivos”, agrega.
Los análisis codificaron estas experiencias en relación con las experiencias del deseo sexual de los encuestados por parejas alternativas; no obstante, los resultados arrojaron que oír hablar sobre una mayor prevalencia a la infidelidad no incidió en el deseo de los participantes por involucrarse con terceros.
Infidelidad
En el estudio número dos, 132 participantes se sometieron a la lectura de algunas confesiones en las que se narraban historias de engaños de personas con sus parejas actuales. Luego, se les mostraron algunas fotografías de desconocidos atractivos y se les preguntó si podrían verlos como posibles parejas.
Los resultados revelaron que los participantes que leyeron sobre el engaño a una pareja eran más propensos a considerar a los extraños como posibles cónyuges.
En el tercer y último análisi; 140 participantes leyeron los resultados de una encuesta sobre la prevalencia del engaño a la pareja o el trabajo actual. En ambas condiciones, la prevalencia del engaño era alta, del 85 por ciento.
Para terminar fueron sometidos a una video entrevista con una persona del sexo opuesto físicamente atractivo. Las preguntas fueron enfocadas a las aficiones, preferencias, rasgos positivos y consejos para mantenerse activo en casa.
Al terminar la charla el encuestador añadió un texto escribiendo; «¡Definitivamente has despertado mi curiosidad! Espero volver a verte y esta vez cara a cara”, con el fin de que los participantes respondieron al halago.
Los hallazgos fueron reveladores; los participantes que leyeron sobre la prevalencia del engaño a la pareja eran más propensos a enviar un mensaje coqueto y romántico al entrevistador.
El género parece ser una variante importante, pues los participantes masculinos son mucho más propensos a enviar un mensaje sugerente que las mujeres.